Felipe Granados
Vida y milagros en cuanto a mí, 32 años, ni muy muy, ni tan tan, un libro publicado (Soundtrack, Ediciones Perro Azul) y ningún premio más que el abrazo de los amigos y alguna que otra muchacha que, al decir de sus papás, debió habérselo pensado mejor. escribo para una revista, tengo dos hijos, soy partidario de pocas causas y recién estoy tratando de terminar mi segundo libro. Felipe dixit "(…)" |
IAN CURTIS OYE EL IDIOTA, PARA SIEMPRE I No confundir Valentía y temeridad Sobre el pecho Un recipiente de pastillas. La vida reducida a tres píldoras II Baile de espasmos Una gallina muerta Los espejos La figura del Che En un ataúd barato. EL Che del rock-murmura alguien III Momento del milagro En que frente al abismo De una silla De una cuerda No queda más remedio Que dar un paso al frente. |
NUBES NEGRAS Pedro Aznar A la habitación número 13 de un motel cualquiera La habitación es tan pequeña que, aún juntándose, apenas caben los dos, es decir: aquí no hay lugar para la muerte. II Cuánto quisiera poder decir como el Osito: “Alguien ha entrado en mi casa, ha probado mi sopa, se ha sentado en mi silla y, gracias a la suerte, todavía está en mi cama". PARTE MÉDICO Dice el doctor Que podría quedar ciego Que hay un monstruo Que podría instalarse en mi cerebro Y tendríamos que sacarlo de allí A punta de patadas. Yo pienso en cosas vanas A saber Quien vendrá a leerme Versos tristes. Quien va arrullar al Monstruo Con canciones Antiguas Cantadas al borde De mi cama. |
WHEN THE TIGERS BROKE FREE Pink Floyd Siento la misma náusea que el tigre frente al aro y sin emabrgo salto e ingenuamente creo que es a mí a quien aplauden Pero este es el costado de la vida que me toca Mordamos, su entraña hasta sangrarlo ESCUCHO Escucho Ruido de caballos Que huyen de la lluvia Me iré con ellos, |
PRETTY HATE MACHINE
NINE INCH NAILS a Charles Bukowski I. Los vecinos lo observan con cuidado el ruido de su máquina les molesta. Es un vago -dicen- y vuelven a sus vidas confortables. Ayer, por ejemplo, mientras el empleado de la compañía eléctrica lo dejaba sin luz, con una sonrisa los vecinos murmuraban acerca de su vida, de todas las cosas que debería hacer. Miraban su jardín, potencial amazonas, miraba su cara de resaca y con barba y se marchaban orgullosos de no tener la vida que le toca. Es curioso. Algunas veces él piensa lo mismo. Algunas veces cree que tienen razón. Pero se emborracha y se le pasa. II. Los vecinos han vuelto a recordarle que baje el volumen de la radio que no pueden dormir, que ellos trabajan, que no soportan el ruido de su máquina cuando escribe. No puede pedirles que se callen. No puede pedirles que no trabajen. Les pide entonces que se larguen de una vez por todas a la mierda, con gran escándalo de la señora que lo deja reptar en esa casa. Esa casa que padece tantos vecinos. La máquina sigue sonando como una certera metrallet y es una hermosa máquina de odio. |
ONE BOURBON, ONE SCOTCH, ONE BEER Te lloré borracho como se debe llorar para que sea genuino. Te lloré borracho. Recorrí la ciudad con ganas enormes de no llevar mi nombre sólo para que no me tocara esta tristeza. Te lloré caído en los caños como un li-po cualquiera supe entonces que a veces la luna se ve mejor desde la alcantarilla. Te lloré en un auto de la policía: es la primera vez que encierran a un fulano por el delito menor de la nostalgia. Te lloré borracho y en mi delirium tremens yo creía que todos los borrachos te lloraban. (Cartago 1976-2009)
Fue miembro del grupo literario La Enésima Silla. Escribió artículos para la Revista SoHo y el suplemento Áncora de La Nación, pero fue, sobre todo, un poeta. Publicó Soundtrack (Ediciones Perro Azul, 2005), “El libro de los malos tiempos”, compuesto por sus libros inéditos POP” y “Los 99 nombres de dios”. Falleció a los 33 años en Costa Rica. |